(no recomendada para menores de edad)
Californication temporada 1
Californication capitulo 1.
Californication capitulo 2.
Californication capitulo 3.
Californication capitulo 4.
Californication capitulo 5.
Californication capitulo 6.
Californication capitulo 7.
Californication capitulo 8.
Californication capitulo 9.
Californication capitulo 10.
Californication capitulo 11.
Californication capitulo 12.
Replica temporada 1
CAPITULO 1
CAPITULO 2
CAPITULO 3
CAPITULO 4
CAPITULO 5
CAPITULO 6
CAPITULO 7
CAPITULO 8
CAPITULO 9
CAPITULO 10
CAPITULO 11
CAPITULO 12
Californication temporada 2
Californication 2x01 - Capitulo 01
Californication 2x02 - Capitulo 02
Californication 2x03 - Capitulo 03
Californication 2x04 - Capitulo 04
Californication 2x05 - Capitulo 05
Californication 2x06 - Capitulo 06
Californication 2x07 - Capitulo 07
Californication 2x08 - Capitulo 08
Californication 2x09 - Capitulo 09
Californication 2x10 - Capitulo 10
Californication 2x11 - Capitulo 11
Californication 2x12 - Capitulo 12
Californication se nos presentó en agosto pasado como una serie de contenido sexual que ocurría en Los Ángeles, y nosotros dijimos “bueno, está bien”. Nunca creímos que el pobre David Duchovny nos pudiera hacer olvidar al agente Fox Mulder, ésa es la verdad.
Tuvimos ese prejuicio interno, esa sensación. Y como siempre que tenemos intuiciones, nos equivocamos.
Se equivocó también la cadena Showtime al presentar la serie como una trama sexual, como sólo eso. Está bien que Estados Unidos sea un país puritano y que el cable pueda pasar por encima de ese asunto, anularlo, pero ya está bien con promocionar toda historia con tetas como si fuese la versión televisiva de Garganta Profunda.
Californication es una serie enorme, y el sexo tiene muy poco que ver. Quiero decir: lo explícito del sexo, las tetas y los culos y las porongas. No va de eso, aunque lo haya en pequeños montoncitos.
Hank Moody es un personaje fascinante, un hermano gemelo y contrapuesto al agente Mulder. Dos siameses separados al nacer que vivieron historias distintas y que, ahora, son dos caras diferentes de una moneda.
Hank Moody es un escritor de raza, desesperado y frenético, que no se supo subir al siglo XXI. Ha escrito un libro exitoso y con él han hecho una película horrible y taquillera. Ahora todo el mundo lo conoce por ese film espantoso, y él odia que los demás sospechen que ha tenido algo que ver con eso. Al mismo tiempo, la serie comienza con una brutal sequía: Hank Moody no puede escribir una línea. Está seco.
En la vida afectiva le va todavía peor. Su mujer, a la que ama, y su hija de trece años, ya no viven con él. Lo han dejado por imbécil, por pedante, por infiel, por irresponsable y por inmaduro. Su mujer y su hija ahora viven con otro hombre, Bill, un señor de saco y corbata, millonario, exitoso y aburrido. Las chicas necesitaban ese contraste. Y Hank lo sabe, pero sufre.
Pobrecito Hank. Su editor lo obliga a escribir un blog para sobrevivir. Un blog es la cosa más espantosa a la que puede rebajarse un escritor como Hank Moody.
Tuvimos ese prejuicio interno, esa sensación. Y como siempre que tenemos intuiciones, nos equivocamos.
Se equivocó también la cadena Showtime al presentar la serie como una trama sexual, como sólo eso. Está bien que Estados Unidos sea un país puritano y que el cable pueda pasar por encima de ese asunto, anularlo, pero ya está bien con promocionar toda historia con tetas como si fuese la versión televisiva de Garganta Profunda.
Californication es una serie enorme, y el sexo tiene muy poco que ver. Quiero decir: lo explícito del sexo, las tetas y los culos y las porongas. No va de eso, aunque lo haya en pequeños montoncitos.
Hank Moody es un personaje fascinante, un hermano gemelo y contrapuesto al agente Mulder. Dos siameses separados al nacer que vivieron historias distintas y que, ahora, son dos caras diferentes de una moneda.
Hank Moody es un escritor de raza, desesperado y frenético, que no se supo subir al siglo XXI. Ha escrito un libro exitoso y con él han hecho una película horrible y taquillera. Ahora todo el mundo lo conoce por ese film espantoso, y él odia que los demás sospechen que ha tenido algo que ver con eso. Al mismo tiempo, la serie comienza con una brutal sequía: Hank Moody no puede escribir una línea. Está seco.
En la vida afectiva le va todavía peor. Su mujer, a la que ama, y su hija de trece años, ya no viven con él. Lo han dejado por imbécil, por pedante, por infiel, por irresponsable y por inmaduro. Su mujer y su hija ahora viven con otro hombre, Bill, un señor de saco y corbata, millonario, exitoso y aburrido. Las chicas necesitaban ese contraste. Y Hank lo sabe, pero sufre.
Pobrecito Hank. Su editor lo obliga a escribir un blog para sobrevivir. Un blog es la cosa más espantosa a la que puede rebajarse un escritor como Hank Moody.